Dialogos, parte 1

 

Dentro del camino del autoconocimiento, hay una necesidad profunda de desentrañar los misterios mas profundos del universo, y esto no es casual, deseamos entender porque o para que estamos aquí, así que, el deseo de conocer se produce en el ser por medio de la duda y esa  necesidad de encontrar ese algo que no sabemos qué es y que genera en nuestro interior un sentimiento que no sabemos explicar pero que se siente como un vacío y abandono, esto nos empuja a buscar eso que nos hace falta pero que no logramos descifrar. Sin duda queremos encontrar respuestas, pero llegar a ellas es una tarea titánica, pues son tantos los individuos y tantas las vías que se presentan ante nosotros para decirnos que tienen la verdad en sus manos que al final del día terminamos mucho más confundidos de lo que ya estamos.  
Comúnmente el primer transito es la religión, será porque nacimos en un país profundamente religioso, y lleno de misticismo, será porque el hogar de crianza conserva las tradiciones religiosas que le inculcaron o será porque entendemos que esta vía es la que es políticamente correcta, tal vez no se trata de esto, y es algo mucho más profundo incrustado en nuestro adn; sea una cosa o sea la otra, sentimos una gran necesidad de buscar eso que nos hace falta, y para eso volcamos nuestra atención a dios, y es la religión la que en primera instancia nos acerca a el , por medio de ella entendemos que fuimos creados con un propósito, y que precisamente estamos aquí para cumplir lo que se nos ha mandatado.
Es en la religión donde se nos muestra que existe lo bueno y existe lo malo, donde se nos muestra la existencia de un dios y de un diablo, donde se nos  enseña que nuestras acciones tienen un premio o un castigo, así es que, es aquí donde se condiciona al ser humano a creer, pero sobre todo a hacer y comportarse de tal o cual forma a traves de una serie de reglas y lineamientos que si son cumplidos de forma adecuada llevan al ser a la meta gloriosa y le permiten alcanzar el premio tan anhelado llamado salvación, y si no obedece como consecuencia recibe un castigo y la tan temida condenación eterna.
Algunos pueden decir que el primer lugar donde el ser humano es adoctrinado es el hogar, o la sociedad y probablemente tengan mucha razón, esos son los lugares donde recibimos educación, donde se nos indica que es bueno y que es malo, sin embargo, esa educación temprana partirá de lo que nuestros padres creen, de como fueron educados y como fueron condicionados, probablemente pensemos -en mi familia la educación estuvo despegada de la religión o asistí a una escuela laica-, pero lo que a veces olvidamos es que no somos el producto del presente que vivimos o del pasado inmediato, sino que somos el fruto de un pasado distante, perdido en las sombras de los tiempos y olvidado hasta cierto punto de forma inconsciente.  
quien y como somos, esta incrustado en nuestra memoria ancestral, y lo que pretendemos ser es lo que mostramos en la personalidad presente y esto es lo que recordamos, y por lo tanto esto es lo que pensamos que nos constituye y nos forma, sin embargo es en el pasado donde se formó la identidad, y esto es importante pues debemos entender que no somos lo que pensamos que nos constituye, si no lo que aprendemos, así es que en el pasado no fuimos eso que pensamos que nos constituyo físicamente, si no aquello que logramos aprender y mas importante aun es entender que la vida es una oportunidad de aprendizaje que no culmina con la muerte sino que trasciende el tiempo y el espacio.
Para tristeza o beneplácito del ser el cuerpo físico es finito y rápidamente fenece, transformándose en polvo, pero no sin antes haber trasmitido el germen de vida, mientras que el alma es perenne, si vemos esto tal vez pensemos que al morir todo lo vivido se pierde y las memorias se extinguen tan rápido como el cuerpo físico desaparece y que es el alma la que se lleva todas las experiencias y cargas acumuladas en una vida,  hay algo de razón en esto, pues el alma es quien experimenta y aprende valiéndose del cuerpo físico, pues este es el que le permite experimentar, mientras que el alma aprende a traves de esas sensaciones; ahora bien, es el cuerpo el que trasporta las experiencias y aprendizajes del linaje a traves de cada vida, el cuerpo guarda los temores, las alegrías, los traumas, creencia, tradiciones, cargas, pecados, y mucho más, es esta información la que en el presente condiciona al individuo, por lo tanto muchos de los temores presentes están afincados en el pasado distante del linaje y de este punto es de donde vienen los mayores condicionamientos transformados en instinto.
Puede entonces parecernos que lo que vivimos en el presente esta despegado de la religión, pero la realidad es que las mismas leyes son un reflejo de las creencias mas antiguas, un estado laico fundamenta sus leyes en reglas establecidas a lo largo de los años por las religiones y por personas que buscaban establecer una relación profunda con la divinidad y que veían en estas reglas o mandamientos una forma de allanar el camino para conectar con su creador, con el paso del tiempo el cumplimiento de estas reglas enseñaron al colectivo que era benéfico y que permitía crecer y desarrollarse de forma mucho más eficaz cuando todos seguían ciertas reglas, sin embargo también esta fue una herramienta de control, ya que por medio del temor se obligaba a cumplir con ciertas cosas so pena de ser condenados tanto físicamente como espiritualmente.
La espiritualidad entendida nos tiene que ayudar a vencer estos temores y condicionamiento entendiendo primero que cosas le pertenecen a la materia o al linaje y cuales cosas le pertenecen al espíritu, si estamos empeñados en trabajar cosas que tiene que ver con el linaje, estamos entonces en un proceso primario donde aun buscamos sanar el cuerpo, no es malo que suceda esto, es parte del proceso y del plan universal, de hecho lo primero que cualquier persona debería buscar hacer es sanar el cuerpo, para después enfocarse en alcanzar las metas espirituales, el tema recurrente es que la mayoría de las veces se utiliza, la espiritualidad para controlar conciencias, y para engañar a las personas haciéndoles creer que deben actuar de tal o cual forma.

La religión en su sentido mas profundo busca acercar al hombre a dios, pero esta se a pervertido tanto que termina por aprisionar al ser, mientras que la espiritualidad le brinda la oportunidad de trascender, pero esto significa que el ser deberá romper con todo lo que le ata al plano físico para poder traspasar las barreras de lo que es conocido, cualquier encarnación lleva al  ser a vivir en el mismo plano, atrapado en las mismas condiciones, viviendo en lo que muchos llaman la matrix, pero trascender implica romper esa barrera e ir más allá de aquello que nos es conocido y desconocido, porque no se trasciende viviendo en este universo, sino que esto sucede al cuando abandonamos aquello que nos ata a estas 12 dimensiones, para lograr construir nuestro propio universo multidimensional. Esto que escribo no es ajeno al estudio de la numerología ni de ninguna disciplina esotérica, para nosotros la espiritualidad es una vía que nos permite alcanzar la libertad, rompiendo las cadenas que atan al alma a este plano, la espiritualidad nos ayuda a perder el temor a la muerte física, el temor al castigo y la necesidad de una recompensa, la espiritualidad nos enseña que debemos de trabajar en nuestro ser individual y aquí hay que entender esta parte, pues la individualidad del ser nace del colectivo, y el colectivo forma la indivudualidad.